Hacía mucho tiempo que no escribía nada, pero la peli de esta noche bien merece un post. Además creo recordar que una de las cosas que quería reflejar en el blog eran las pelis que iba viendo...
Total que la aventura americana del señor Wong Kar Wai ha resultado ser una deliciosa road movie en el más estricto de los sentidos. Evidentemente con un ritmo lento, una fotografía impresionante y una banda sonora escasa pero muy efectiva. La protagonista, una sorprendente norah jones, parte de un desengaño amoroso en nueva york para recorrerse medio país, descubriendo cualidades de ella misma que deberían proporcionarle el cambio necesario para seguir adelante. Mediante los diferentes trabajos que desempeña y la gente que conoce, en la que a veces se ve reflejada, le van mostrando el camino que resulta ser el de vuelta, pero habiendo desechado esa parte de su vida que no le permitía evolucionar.
Como ya he dicho la fotografía es maravillosa, además el montaje incide en momentos decisivos del devenir de los personajes mediante una ralentización, por supuesto en ausencia de sonido, o aceleración de la acción.
Lo de norah jones ha sido una maravillosa sorpresa, es tan buena actriz como cantante, y el protagonista masculino, un jude law regente de un clásico y pequeño restaurante neoyorkino, dibuja perfectamente la impaciente espera que, intuimos, atormenta a su personaje, apartándose de su imagen de típico galán de hollywood. Esta espera alberga una mínima esperanza de que la persona que partió para no volver pueda algún día regresar y, simplemente, sentarse en la barra para tomarse un trozo de tarta de arándanos con helado...lo único que tiene para soportar la espera son las postales que ella le va mandando contándole sus vivencias.
En fin, que como podréis imaginar recomiendo encarecidamente la degustación de esta tarta de arándanos, con o sin helado, personalmente la prefiero con...
