Bueno, ahora en serio, el musical estaba en sus últimas semanas y Patricia no lo había visto todavía así que aproveché para hacerle un regalo. Fue curioso, sobre todo porque en la entrada vimos a una clase de críos accediendo al teatro. Gracias a dios estuvieron sentados en el piso de arriba y no nos enteramos de su presencia, aunque después de ver la obra no creo que fuera una buena decisión de los padres, eso sí, ellos se lo debieron pasar 'teta'.
Yo iba con
El fantasma del componente de una banda de amigos que muere al salir mal un golpe, con traición incluida, nos va contando la historia y siendo la conciencia del amigo traidor hace que comprendamos mejor la razón de ser de cada personaje. Venganza, un golpe para llevarla a cabo, bares y gente de mal vivir junto con las canciones de Sabina forman un buen cóctel que se disfruta durante toda la obra.
Todavía no he visto ningún otro musical en ciudad capital, pero éste me ha gustado, incluso con las canciones de ese gran poeta con el que nunca he conectado.
Canción recomendada (y si me cuentan esto hace seis meses acabo en la morgue de un ataque de risa): Joaquín Sabina, '19 días y 500 noches'.
1 comentario:
acho con dos cojones!!
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